15/11/13

Cuento - Meditación "El secreto de la Naturaleza"

Este cuento está concebido para ayudar a un/a niñ@ a relajarse y a introducirlo en las técnicas de la meditación. Tiene que ser él/ella el  protagonisa del cuento. Me consta que hay quien se duerme antes de llegar al final. Se trata de decir el texto con un tono de voz pausado y algo monótono, preferentemente sin luz, ó con luz muy tenue si necesitamos leerlo. Debe estar tumbad@, relajad@ y con los ojos cerrados.

     Una mañana, (Nombre del niñ@)  y su  mamá se levantaron muy temprano, prepararon la furgoneta con ropa y comida,  y se fueron al humedal a ver los flamencos. A pesar de que estaba avanzado el mes de de noviembre, aún quedaban algunos en la charca, porque estaba siendo un otoño muy cálido. Estuvieron en el observatorio de aves, esa casita de madera con una gran ventana rectangular que les permitía observar sin ser vist@s, le echaron unas monedas al telescopio, y pudieron verlos caminando majestuosos y con gracia con sus largos zancos entrando y saliendo del agua. Incluso vieron a uno pescando un pez con su largo pico y engulléndolo después con un par de rápidos movimientos. Pronto la charca se quedó vacía, y decidieron ir a otro lugar, donde pasarían la noche.



 Unos minutos después, Estaban admirando el nuevo paisaje que las iba a acompañar en su sueño, cuando (Nombre del/la niñ@), notó que algo se movía bajo sus pies...¡Qué piedra tan bonita y extraña! Pero...¿Por qué se movía?. Sencillamente, porque no era una piedra, era el caparazón de una tortuga que había decidido empezar a andar. (Nombre del/la niñ@) la observó y vió como empezaba a alejarse en dirección contraria con paso lento pero decidido. De pronto, extrañamente, la tortuga se detuvo, miró a (Nombre del/la niñ@), y luego volvió a girarse y continuó su camino, mientras en su caparazón se podía leer: "HOLA".
(Nombre del/la niñ@) no daba crédito. ¡Esas letras habían aparecido por arte de magia! Antes no estaban ahí...Así que pensó que se dirigía a él/ella, y contestó: 
- Hola.
La tortuga continuó su camino mientras (Nombre del/la niñ@) decía:
- ¡Mamaaá, mira: una tortuga que habla!
-¿Cómo va a hablar una tortuga? ¿Qué estás diciendo?
- Bueno, que escribe...o sea, que se comunica con letreros...no sé quién las escribirá, pero están en su concha...Mira.
Mamá se acercó y pudo ver claramente cómo aparecía la siguiente palabra en la concha de la tortuga: "ACOMPÁÑAME"
(Nombre del/la niñ@) no lo dudó un segundo y fue tras los pasos de la tortuga. Mamá les siguió de lejos, pues no quería perdérselo, pero entendía que la invitación no iba dirigida a ella.
Se adentraron entre las verdes cañas de bambú, y un pajarito revoloteó contento a su alrededor. Parecía darles la bienvenida. Se posó en el hombro de (Nombre del/la niñ@), que se quedó muy quiet@, muy quiet@, muy quiet@, porque era la primera vez que un pajarito le mostraba esa confianza, y no quería espantarlo bajo ningún concepto. Pero el pajarito se veía muy seguro de lo que hacía. A saltitos, se acercó por su hombro hasta la oreja (Se puede tocar el hombro del niñ@ mientras se dice eso, imitando la sensación que produciría el pajarito), y empezó a emitir un dulce sibido...
- Hola, ¿Puedes entenderme?.
(Nombre del/la niñ@) una vez más, no podía creerlo ¿Cómo era capaz de entender lo que decía el pajarito, si tan sólo estaba piando?. Pero si, sí que lo entendía.

- Sí.-Contestó
- Entonces ven con nosotr@s. Sólo l@s niñ@s que aman a los animales son capaces de entendernos. Y tú nos entiendes. Debemos de confiarte El Secreto de la Naturaleza. Cada vez menos gente lo conoce y creemos que corre peligro. Ven...
Los tres se adentraron en una vegetación un poco más espesa y salieron después a un claro rodeado de preciosas plantas y árboles. Había también una charca y redondas rocas. Había una luz muy especial. Los animales le pidieron a (Nombre del/la niñ@), que buscase un sitio en el suelo que le gustara, se sentase con la espalda muy derecha, y repirase tres veces profundamente. Al aspirar el aire, (Nombre del/la niñ@), pudo percibir el olor de la hierba, del agua, e incluso del cielo...Era el aire más puro que había respirado nunca...

- Ahora - le dijo el pajarito - Siente la hierba bajo tu cuerpo. Es blanda, húmeda. Siente que formas parte de ella. Y, poco a poco, te vas convirtiendo en suelo: En tierra húmeda, blanda, en hierba fresca. Ya no tienes manos, no tienes pies: Sólo eres un cuerpo horizontal formado por tierra y hierba. No sientes frío, ni calor, ni hambre, sueño ó dolor. Sólo eres tierra. Formas parte de ella. Y sientes una profunda paz...

Hubo unos momentos de silencio mientras (Nombre del/la niñ@) sentía que se convertía en suelo. Se sintió tan bien, que se quedó así un ratito. 
(PAUSA)

De nuevo escuchó esa voz, tan familiar ya que parecía que salía de su propia mente, que le decía:

- Ahora serás árbol. Imagina que abrazas el árbol más bonito de los que estás viendo, y te quedas pegad@ a él. Que, de pronto, tu cuerpo se funde con el tronco. Tus brazos se convierten en ramas, tus piernas en raíces, tu pelo y tus dedos en hojas que mueve el aire. Siente el tacto y el olor de la madera. Siéntete árbol. Ya no tienes manos, ya no tienes pies. Sólo eres un árbol, que, clavado en la tierra, vive y siente lo que hay a su alrededor sin ninguna prisa...No sientes frío, ni calor, ni hambre, sueño ó dolor. Sólo eres árbol. Formas parte de la naturaleza. Y sientes una profunda paz...
(PAUSA)
Después de unos momentos disfrutando de ser árbol, la voz continuó:


- Siente ahora que eres roca. Tu cuerpo se acurruca hasta volverse completamente redondo, pesado, gris y áspero. Eres una roca. Una roca no se enfada, no se agobia, no sufre...Solamente permanece. Permanece tú como roca y conocerás su secreto...No sentirás dolor, ni cansancio, ni tristeza. Volverás a sentir paz.
(PAUSA)

Y finalmente, la voz dijo:
- Ahora serás agua. Un agua limpia y cristalína, líquida y fresca. Tu cuerpo se vuelve líquido y transparente. No tienes músculos, ni pupas o cicatrices...Eres puro líquido que resbala tumbado sobre la tierra. No está nunca completamente quieto. Pero tampoco puede ir a ningún sitio. Simplemente flota, simplemente fluye...Eres el agua, y sientes un gran bienestar.

(PAUSA)
Cuando (Nombre del/la niñ@) hubo disfrutado suficiente de ser agua, la voz habló nuevamente:

- Poco a poco, vuelve al mundo exterior. Vuelve a ser tú, y abre los ojos despacio...Mueve los dedos de tus manos y tus pies. Desperézate. ¿Has comprendido el secreto?¿Te ha dicho algo la Naturaleza?

-No había palabras...-Contestó con cierta duda - Pero he podido  sentir lo que siente un árbol, el agua ó una roca. ¡Me he sentido parte de ello!- Dijo, cada vez más segur@ de sus palabras.

-Es que SOMOS parte de ello. Somos un equipo. - Le respondieron sus amigos los animales. Lo que pasa es que se nos ha olvidado utilizar nuestros sentidos para comunicarnos entre nosotros. Ya sólo escuchamos la televisión, la radio...O los ruidos de la ciudad. Sólo tenemos ojos para ver lo que vale dinero, pero estamos ciegos ante lo que ha estado ahí desde siempre. Ahora tienes una misión: Cuéntale este secreto a aquell@s que merezcan saberlo. Pero no se lo cuentes con palabras, porque no lo entenderían...Tendrán que sentirlo por sí mismos, como lo has sentido tú.

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